miércoles, 20 de septiembre de 2017

La Primera Cátedra



El 16 de Septiembre de 1851 nacía en La Coruña Emilia Pardo Bazán, una de las mujeres cumbre del activismo feminista español y figura imprescindible para entender el desarrollo cultural español del XIX.

Emilia nació en una acomodada familia gallega, cuya posición económica facilitó su andadura en una época difícil. Desde pequeña su padre, hombre atípico, le inculcó valores igualitarios y le proporcionó una esmerada educación (algo considerado impropio para una niña, cuya máxima formación consistía en desenvolverse en la economía doméstica y familiar). Su excelente educación, añadida a un intelecto innato e inquietudes personales propias (fruto en muchos casos de observar la injusticia social), desembocarían en una profusa labor literaria en la que se preocupó por la clase obrera y los derechos femeninos. En éste sentido defendió con ímpetu el acceso a la educación para las mujeres y la igualdad de oportunidades y derechos, cuestión complicada y polémica en una época profundamente sexista. Tal labor le granjeó no pocos enemigos, como José Mª de Pereda, especialmente crítico con las aspiraciones femeninas.  

Emilia no pudo escapar de un temprano matrimonio (16 años), lo cual no resultó un impedimento para que pudiese desarrollar ampliamente su labor intelectual y literaria. Su esposo y compañero fue clave en la estabilidad necesaria para llevar a cabo su profesión. Como escritora se codeó con figuras de la talla de Unamuno, Menendez Pelayo o Clarín; escribió narrativa, teatro, biografías, relatos cortos, ensayos, artículos, etc... Una prolífica obra que pasaría a engrosar la cultura española de cambio de siglo, con la (enorme) particularidad de tratarse de puño y letra de mujer.  

"[..] La educación de la mujer no puede llamarse educación, sino doma, pues se propone por fin la obediencia, la pasividad y la sumisión [...]".

Su candidatura para la Real Academia Española fue rechazada tres veces, lo que no condicionó que en 1910 fuese nombrada Consejera de Instrucción Pública por el Rey Alfonso XIII; y finalmente en 1916 pasaría a convertirse en la primera mujer en ocupar una cátedra (en la Universidad de Madrid), un hecho sin precedentes que revolucionó el mundo universitario, social e intelectual del momento. Las viejas barreras de género parecían tambalearse súbitamente, y por vez primera las españolas vieron ante sí un panorama esperanzador, la posibilidad de alcanzar metas antes inimaginables. Sus aspiraciones, aunque lejanas y copadas de dificultades, estaban al fin un paso más cerca.

Pese a que la realidad actual dista de haber conseguido una igualdad efectiva real, es innegable que mucho se ha avanzado desde aquel mes de Septiembre de 1851, en que una niña gallega vendría al mundo a revolucionar los roles de sexo en nuestro país. En los primeros compases de la lucha feminista española Emilia merece un palco de honor, por haber enfrentado en solitario un mundo de hombres y haber demostrado un intelecto y un talento únicos.

Emilia Pardo Bazán no solo tuvo la capacidad suficiente para llevar a cabo su obra. También fue consciente de su posición y por ello abanderó una lucha justa. Y sin embargo, cuántas Emilias no habremos perdido en La Historia, por no haberles dado siquiera la oportunidad de hablar. Y escucharlas.



















"La desdicha del hombre moderno es ser a la vez egoísta y sensible. lo bastante egoísta para ceder a sus pasiones y lo bastante sensible para sufrir las consecuencias